top of page
Buscar

“Aprender a estar cómodo en lo incómodo”

  • Ariana Arakelian
  • 30 jul
  • 1 Min. de lectura

Actualizado: 13 ago

Llevaba meses con un dolor de espalda espantoso. Ya había probado mil cosas… hasta que alguien me dijo: “Prueba meterte al hielo”.


No había manera. Una tina de hielos, diario, a 6 grados por 2 minutos… imposible.


Pero pasó el tiempo y el dolor de espalda no se quitaba. Llegué al borde de la desesperación y decidí darle una oportunidad.


Al principio fue puro instinto de supervivencia. Todo mi cuerpo quería salirse. Me temblaban los dientes, las piernas, la mente.


ree

Pero mientras más lo hacía, más me daba cuenta de algo:


Estaba practicando justo lo que tanto enseño en mis talleres de formación de equipos de alto desempeño:


Estar cómodo dentro de lo incómodo.


Y no encontré una analogía más perfecta que esa.


Porque cuando te metes al hielo, no lo puedes negociar. No puedes suavizarlo. No puedes fingir que no te incomoda. Solo puedes respirar. Estar. Aceptar.


Y en ese momento, el cuerpo y la mente se alinean. No se trata solo del hielo. Se trata de entrenar tu sistema para sostener la incomodidad sin echarte para atrás.

Si logramos encontrar comodidad dentro de lo incómodo… ¿imaginas todo lo que podríamos llegar a hacer?


Qué tan fácil sería salir de nuestra zona de confort y buscar todo lo que queremos (y merecemos), pero que no hacemos por miedo, inseguridades, o porque simplemente no nos gusta como se está sintiendo el momento.


¿Cuál es el hielo que no te atreves a cruzar?


Muchas veces lo que más deseamos está escondido detrás de una “incomodidad”.


Respira profundo… y atrévete a congelarte…

 
 
bottom of page